viernes, 14 de septiembre de 2012

KARMA...

Esto pasó hace ya unos veranos, 3 más o menos. Como la mayoría de los días de verano, mis amigas y yo fuimos a pasar la tarde a la piscina. Nos caracterizamos por una gran afición a la orillitis que consiste en sentarse en el borde de la piscina con el fin de tomar el sol y estar fresquitas. Esa tarde yo llegué un poco más tarde que mis amigas por lo que ya me las encontré sentadas en la orilla. Yendo yo por detrás de ellas se me ocurrió la genial idea de sentarme detrás de una y con un movimiento rápido de flexo- extensión de las piernas, tirarle al agua. En principio pareció gracioso para el resto de mis amigas y sobretodo para mí sino hubiera sido porque ésta, todo picada, salió dela gua y vino corriendo a por mía para tirarme también al agu. Yo empecé a correr para escaparme y se me ocurrió meter la pierna entre barrote y barrote para saltar a la hierba. el fallo fue que mi pierna se enganchó entre los barrotes, lo que hizo que mi amiga pudiera alcanzarme, agarrarme de la braga, bajármelas hasta los tobillos con la consiguiente caída mía de culo encima del seto y medio en bolas, se me vio todo. Me subí el bikini en cuanto pude pero al mirar hacia atrás vi como media piscina se reía de lo ocurrido. Lo mejor fue cuando el socorrista, al ver mi caída, se acerco a mí y me preguntó a ver si  staba bien. Luego la imagen del socorrista curándome todos los raspazos que me había hecho en el culo, no tenía desperdicio.

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